Hace un par de semanas, mi hermana y 13 amigos más vinieron a Islandia de viaje. Le dieron la vuelta a la isla en una furgoneta enooorme, y yo les acompañé la mitad del viaje, hasta Egilstadir, pues el trabajo no me lo permitía más.
Y es alucinante ver Islandia a través de los ojos de los que la descubren por primera vez...
Ver su felicidad absoluta al empezar cada día un tramo nuevo del viaje por esta tierra inimaginable... Y sus caras de asombro al descubrir sus maravillas, cada vez diferentes y que cada vez se superan...
Después de varios años hablando de esta isla con toda mi euforia, es un placer sentirse comprendida por más gente. Ya no me siento como una loca obsesionada junto con Borja,... Islandia es así, no soy yo, Islandia vuelve loco...
Ahora tengo en España a 14 pequeños obsesos con La Isla, que cada día la recuerdan y la añoran...
La magia de los parajes, la solitaria y extraña forma de vida en los pueblos y granjas, las estancias en lugares como Ósar o Húsey.... siempre Húsey...Húsey...Húsey... El mundo entero, con todos sus problemas y su tecnología y sus comodidades, me sobra cuando estoy en Húsey, y me quedaría allí de por vida... ¡Cómo envidio a Örn!!!
Islandia te abre una parte del cerebro que tenemos dormida. Una vez despierta, no puedes apagarla de nuevo, y siempre querrás regresar para sentir ese cosquilleo en todo el cuerpo...
Pero esta experiencia también me ha servido para observar cuán españoles somos los españoles... Para bien, y para mal...
Para bien por que la alegría y el optimismo de un español, por norma general, es mayor que la de cualquier otro europeo, pero más aún cuando van empandillados... Una broma tras otra, una risa tras otra... Ni siquiera los grupos de islandeses de 15 ó 17 años se comportan así, (siempre tan serios...). Los españoles llevamos en la sangre la cultura del cashondeo. Cualquier excusa y momento es bueno para bromear y hacer reir... Siempre riendo, siempre riendo... y eso es bueno. Al menos para mí, es la sal de la vida...
Lo malo es... ¡¡¡lo escandalosos que somos!!! Nuestro tono de voz, nuestro gusto por gritar aunque no sea necesario, nuestras onomatopeyas y nuestra costumbre de hablar todos a la vez, y de hacer callar al otro aumentando nuestro tono de voz... Hemos sido la pesadilla de los viajeros que coincidían con nosotros en los hostels. No les hemos dejado dormir, y hemos invadido los espacios comunes haciéndolos nuestros. Cierto es que éramos 15, y que si estábamos en un salón o en la cocina, lo llenábamos todo... Pero pegar gritos desde una punta de la casa a la otra también es invadir el espacio... Realmente, no tiene una excesiva importancia, pues todos estábamos de vacaciones, pero deja claro ese desorden ordenado que vivimos en España y que tanto nos diferencia de los demás europeos.
Al final, todo ha salido a la perfección, pero a base de gritar y gritar, para hacerme oír entre un gallinero de conversaciones. Ha sido mmmmmuy divertido, para nosotros, claro...
Mi conclusión al respecto, es que la fiesta es inherente al español, y que la seriedad se restringe a las cosas realmente serias. Todo lo demás es objeto de cachondeo. Y está comprobado que la vida puede vivirse así, pues España es la octava, novena o décima potencia mundial, y tenemos más fiestas que nadie... :D
Va por vosotros, chicos: ¡¡¡Soooomos una manada de Peeeipos....!!!! ¡Viva España!!!! Jajajajajajaja...!!!!