01 febrero 2009

Un día espectacular...


En cuanto coges el coche y sales de Reykjavík todo se convierte en un sueño...
Sábado por la mañana... abro las cortinas y me encuentro con un día espectacular: el sol brillando como no lo había hecho en muchos días, el cielo azul sin una sola nube, nada de viento, y todo nevado... Así que nos han entrado muchas ganas de salir corriendo al campo, y hemos cogido el coche, algunas chucherías y a correr...
Ragnar nos ha llevado a un faro solitario que hay en Reykjanes, una península que está aquí al lado. Éste faro se llama igual, Reykjanes, y está en la punta suroeste de la península. Está encima de una montaña en forma de cono casi perfecto, y se contemplan desde lo alto unas vistas espectaculares. Justo al lado del faro, hay unas emanaciones de aguas calientes, y se crean varias columnas de vapor que le dan aún más magia al lugar. A unos 200 metros de la costa emerge una roca enorme, con las paredes perfectamente verticales. Como estaba todo nevado, la superficie de la isla parecía una tarta...
Después hemos recorrido la carretera sur, durante toda la tarde, hasta que hemos llegado a una playa preciosa, de arena negra. En Gríndavik, un pueblo que hemos cruzado, hemos cogido un montón de cartones y hemos comprado un leño de esos que arden solos por mucho tiempo, y al llegar a la playa, Ragnar ha abierto una botella de vino, hemos sacado las chucherías y hemos hecho un fuego en la arena... Ha sido un momento espectacular, pues sólo se oían las olas y nada más que se veían las lucecitas de un par de pueblos costeros. Ha anochecido del todo y hemos esperado a que nos saliera alguna aurora boreal... pero no hemos tenido suerte...
Y eso que la noche era propicia: hacía mucho frío y el cielo estaba completamente despejado. Hemos pedido a los dioses que nos otorgaran la gracia de ver una, aunque fuese pequeñita, pero no hemos obtenido respuesta... :( 
Y como el frío apretaba, y la fogata ya no calentaba como al principio, hemos decicido poner fin a esta excursión tan maravillosa que hemos tenido hoy. El tiempo nos ha regalado un gran sol que, aunque no calentaba, alegraba el alma... Lo de la aurora boreal hubiera sido demasiado para un solo día...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que Reykjanes tiene un encanto especial, aunque es como siempre...¿con qué te quedarías?

Tete dijo...

que grande, como me gusta. Me lo estoy imaginando y viendo también las fotos del flickr me dan ganas de irme "p'allá" a vivir a Islandia. Sigue contandonoso cositas Titi ;)

M@ik dijo...

Es curioso que los días soleados sean los más fríos, verdad? Lo bueno, es que a cambio tienes un paisaje que te cagas.
Titi! ya soy seguidor de tu blog, jeje.

Anónimo dijo...

tititititiii!!!
Soy ateR
me encanta leer el blog!!!ademas,con la mierda de internet k tengo esta pagina se carga rápido asi q lo leo mientras tarda una eternidad en abrir lo demas :D
pues he de explicarle a maik que cuando hace tanto sol (aunque parezca mentira) las nubes que no hay no pueden retener el calor que la tierra emite,por lo que hace mas frescico jajaja que no es coña!!!

BESINES!!

Anónimo dijo...

Por cierto titi tengo un amor un tanto extraño a los faros,no preguntes por qué,me encantan...preciosa la foto!

ateR de nuevo