No nos ajuntan...

Esta noche salgo, pero sin la sueca   :)  

Tengo una cena con: un español, una española, una francesa, un inglés y un indio... Como véis, ningún islandés (a no ser que se venga Ragnar con Patricia, pero Raggi no entra dentro del estereotipo de islandés, más bien parece de Jerez de la Frontera...). Y es que son muy cerrados, y por lo visto y lo oído, es realmente difícil hacer migas de verdad con un islandés... 

Por lo que ya conozco, hay mucha diferencia, pero mucha, entre Reykjavík y el resto del país. Cuando he viajado por los pueblos, la gente ha sido siempre realmente agradable, simpática y servicial hasta límites insospechados... Pero en la ciudad no son así, en absoluto. La verdad es que son bastante secos, y les cuesta sonreír y saludar... Aunque tampoco son maleducados...simplemente son fríos y distantes, pero no tienen mala sombra...

No es costumbre saludar al vecino cuando te lo cruzas por la escalera... aunque yo me niego a dejar de hacerlo, y acabaré acostumbrando a mis vecinos a que lo hagan, al menos conmigo... me lo he propuesto seriamente... no me rindo...

Yo creo que tantos años, siglos, de aislamiento, y lo pocos que han sido siempre, hace que sean un poco cerrados hacia los extranjeros... Pero por otro lado, cuando vas por los pueblos, te das cuenta de que son muy serviciales porque están acostumbrados a ayudarse unos a otros... si no fuese así, no habrían sobrevivido a tan duras condiciones... Entonces me pierdo un poco, y no sé qué pensar... Creo que la ciudad les ha corrompido, y les ha hecho olvidar sus orígenes de gente que se ayuda en todo... 

Mis amigos de las zonas rurales, que viven en granjas aisladas, como Knútur o Eggert, me han comentado alguna vez que la gente de la ciudad tiene mucho complejo por lo rural que es el resto del país... La bonanza económica de las últimas décadas (que los ha sacado de la pobreza literalmente, pues en los años 40 y 50 era uno de los  países más pobres del hemisferio norte), y lo que ello les ha permitido, como viajar fuera o importar tecnología, les ha hecho darse cuenta de lo avanzado que está (o estaba) Europa en comparación con ellos, y han acabado por renegar de sus orígenes rurales y meterse en una vorágine consumista, y en la creencia de que Reykjavík es la ciudad más cosmopolita del mundo (madre mía, no les queda nada...). Me decía Begoña que algunos islandeses le han llegado a decir que si se aclaraba en Rvk... ¡y ella es de Madrid!  Me decía, muy enfadada, que les contestaba: "Pero nene, ¿tú sabes que en Madrid hay más de 5 millones de personas? ¡Tú no sabes lo que es eso!" Y ese es un buen ejemplo de lo que se vive aquí. Creen que tienen las mejores tiendas, los mejores restaurantes, la mejor marcha... Y bueno, pues comparado con el resto del país, es cierto que hay mucho contraste, pero no es para tanto la cosa... 

Para los que sean de Cartagena, decirles que la población de Rvk es de 80 mil habitantes, más otros 100 mil que se reparten en el resto de pueblos, ciudades dormitorio y barrios de alrededor. O sea, que sumándolo todo, no llega ni a la población de Cartagena... Así que lo cierto es que, llevando sólo un par de semanas aquí, ya conzco de vista a mucha gente, que me he cruzado en diferentes sitios y momentos... esto es como un pueblo grande! 

Siceramente, no saben lo que se pierden por renegar de su maravillosa vida rural, donde las familias se ayudan en todo, donde el vecino es lo primero, y donde prima el respeto a la naturaleza y a la vida sencilla... Es algo de lo que estar orgulloso, pues ya no quedan lugares así en la tierra... 

Realmente, hay dos Islandias: Reykjavík y el resto del país. Me quedo con las granjas, aldeas y pueblos, donde he encontrado a la gente más amable y simpática del mundo...

Está claro que las masificaciones corrompen al ser humano, y lo deshumanizan.